
Consulta inicial
Antes de realizar el tratamiento, se suele llevar a cabo una consulta inicial con un especialista. Durante esta consulta, se discuten las expectativas del paciente, se evalúa su piel y se determina si el fibroblast con plasma pen es adecuado para sus necesidades.
Preparación de la piel
Antes del procedimiento, se limpia y desinfecta la piel para asegurar un entorno estéril y reducir el riesgo de infecciones.
Anestesia tópica
En algunos casos, se aplica una crema anestésica tópica para minimizar cualquier molestia o sensación durante el tratamiento.
Aplicación del plasma pen
El profesional utiliza un dispositivo de plasma pen que emite pequeñas descargas de energía de plasma en la superficie de la piel. Estas descargas crean pequeñas lesiones microscópicas en la epidermis y generan calor en la capa dérmica.
Estimulación de fibroblastos
La energía de plasma estimula los fibroblastos, las células responsables de la producción de colágeno y elastina. Esta estimulación promueve la regeneración de la piel y mejora su firmeza, elasticidad y textura.
Formación de costra
Después del tratamiento, se forma una costra en las áreas tratadas. Esta costra protege la piel mientras se recupera y cicatriza.
Cicatrización y recuperación
Durante los días siguientes al tratamiento, la costra se caerá naturalmente, revelando una piel más firme y rejuvenecida debajo. Es esencial seguir las recomendaciones de cuidado post-tratamiento proporcionadas por el profesional para optimizar la cicatrización y evitar complicaciones.
Resultados finales
A medida que la piel se recupera completamente, los pacientes pueden experimentar una reducción en la apariencia de arrugas y líneas finas, así como una mejora general en la calidad de la piel.
Es fundamental que el fibroblast con plasma pen sea realizado por profesionales capacitados para garantizar la seguridad y eficacia del procedimiento. Además, los resultados pueden variar según el paciente y la técnica utilizada.