
A los 15 meses después del trasplante capilar, los resultados son prácticamente finales. El cabello trasplantado ya ha crecido por completo, con un grosor, fuerza y textura muy parecidos al cabello natural. La densidad es óptima, logrando un aspecto lleno y homogéneo. La línea frontal y las entradas se ven bien definidas y naturales. Además, el cabello trasplantado es permanente, por lo que no debería caerse. A esta altura, la apariencia del trasplante es tan natural que nadie notará que te hiciste un procedimiento. También es normal que el cabello haya pasado por todo su ciclo de maduración, viéndose más fuerte, saludable y fácil de peinar. En resumen: a los 15 meses puedes disfrutar de un cambio definitivo, con un look renovado y seguro.
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